Todos queremos alimentarnos de manera más saludable, es bien sabido que la nutrición es la mejor medicina y escudo ante diversas enfermedades crónicas. Con base en ello cada día salen a la luz nuevas recomendaciones de ingredientes naturales que brillan por sus propiedades nutricionales y medicinales. Sin lugar a dudas la familia de las legumbres encabeza la lista, si bien existen algunas variantes muy populares como son los frijoles, garbanzos y lentejas, recientemente diversas tendencias naturistas no dejan de recomendar el consumo de: porotos Mung. Se trata de una pequeña legumbre repleta de proteínas, potasio y nutrientes clave, que llegaron como una extraordinaria alternativa para aquellos interesados en ampliar sus horizontes y disfrutar de nuevas variantes de superalimentos. Son una especie de planta de la familia de las leguminosas, principalmente cultivada en Asia e India y se preparan típicamente hirviéndolos hasta que estén tiernos, lo más relevante es que son conocidos por aportar importantes beneficios para la salud.
También conocidos como gramo verde, maash o moong (entre otros nombres). Son un tesoro nutricional de inmensa versatilidad, se pueden disfrutar en ensaladas, ceviches vegetarianos, sopas y salteados. Lo mejor de todo es que actualmente es muy sencillo conseguir un paquete de porotos Mung orgánicos y enamorarse de sus beneficios, son un impulso saludable de potasio, proteínas vegetales, antioxidantes, ácido fólico, fibra y más.
Existen muchos beneficios que hacen que los porotos Mung sean uno de los superalimentos del momento. Entre los principales se encuentran los siguientes:
Una taza de frijoles Mung proporciona aproximadamente 537 miligramos de potasio. Es lo equivalente al 15% de la cantidad diaria recomendada, es bien sabido que el potasio es uno de los minerales más importantes que puede ayudar con funciones corporales muy relevantes como la regulación del agua, las señales nerviosas y la contracción muscular. Además, es básico para disminuir el riesgo de presión arterial alta y otras condiciones de salud cardiovascular.
Una taza de porotos Mung también contiene aproximadamente 14 gramos de proteína y 15 gramos de fibra. Es bien sabido que se trata de dos nutrientes indispensables en el buen funcionamiento de órganos y sistemas, en principio las proteínas ayudan a producir anticuerpos, enzimas, sangre, hormonas, tejido conectivo y más. También, es bien sabido que aportan saciedad y es por ello que son un elemento básico en la pérdida de peso. La fibra, es vital para tener una buena salud digestiva, intestinal y proteger la microbiota, además de relacionarse con grandes beneficios para la salud cardíaca y el peso corporal.
Estas pequeñas legumbres son un verdadero tesoro para reforzar el aporte de nutrientes en la dieta cotidiana. Cuentan con una impresionante variedad de minerales, como el magnesio que juega un papel útil en el buen equilibrio de la presión arterial y los niveles de azúcar. También, son una grandiosa fuente de hierro; el cual permite que los glóbulos rojos transfieran oxígenos a los tejidos del cuerpo y fósforo, que es básico para mantener fuertes huesos y dientes.
Una de las grandes cualidades de los frijoles Mung, es que son verdaderamente ricos en ácido fólico; de hecho una porción proporciona el 80% de la ingesta dietética recomendada. Se trata de una de las vitaminas del complejo B más importantes, tiene la importante labor de apoyar la síntesis de ácidos nucleicos (ADN y ARN), junto con el metabolismo de los aminoácidos. Además, es un nutriente muy importante para las mujeres en edad fértil y básico en un embarazo sano.
Su aporte en antioxidantes es simplemente impresionante y con ello viene una larga lista de bondades para la salud. Entre sus propiedades más destacadas se encuentra su poder anticancerígeno, de hecho se cuenta con diversos estudios que lo señalan como un agente potencial contra los cánceres de cuello uterino y de hígado. También en conjunto con su contenido en cobre son un potente alimento antienvejecimiento y con ello son un aliado fabuloso para la lucha contra las arrugas y líneas de edad. Se dice que su consumo regular puede quitarte hasta 10 años de encima y mejorar la apariencia de la piel, cabello y uñas de forma notable. Su consumo es ideal en la lucha contra los radicales libres, combaten la inflamación y disminuyen el riesgo de padecer diversas enfermedades crónicas como la diabetes, obesidad, hipertensión, cáncer y afecciones cardiovasculares.
Es bien sabido que las legumbres son un gran aliado en el proceso de adelgazamiento y la razón principal es su poder saciante. En el caso de los frijoles Mung, son una adición que simplemente no puede faltar: son generosos, abundantes, versátiles y están repletos en fibra, que acelera el metabolismo y promueve de manera natural la depuración del organismo.
Por fortuna, existen distintas formas de preparar la soja verde, lo que hace que se la pueda agregar a diferentes platillos. Veamos algunos ejemplos a continuación.
Como cualquier legumbre, se la puede hervir hasta que se ablande. Para ello hay que lavar los granos, dejarlos en remojo un mínimo de 8 horas y luego proceder a la cocción (aproximadamente 30 minutos).
Así pues, luego de escurrirlas se las puede añadir a sopas, guisos o incluso procesar para hacer bocadillos o hamburguesas.
En las culturas occidentales, los porotos mung se utilizan como verdura para agregar a las ensaladas.
Sumado a lo anterior, se pueden moler los granos hasta que se forme una harina. Esta es útil para preparar productos aptos para celíacos, sin trigo, avena, cebada ni centeno, o para variar las recetas tradiciones.
Además, como la soja verde no tiene un sabor potente, también se pueden preparar recetas dulces con ella y es útil para añadir textura a una comida.
Estos porotos al germinar producen el conocido Diente de Dragón, típico de la cocina India y oriental. Según lo indica la ciencia, la soja verde germinada es un alimento que tiene mayor potencial antiinflamatorio que los granos secos. Con este procedimiento se eliminan las sustancias antinutritivas de las legumbres y se mejora la cualidad nutricional.
En concreto, para germinar el frijol mungo hay que enjuagarlo, meterlo dentro de un tarro con agua, cubrirlo con una tela y dejarlo sobre un escurridor sin que le dé luz directa. Luego, cada 4 o 5 días cambiar el agua y repetir este proceso hasta que haya germinado.
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